Comentaba una compañera-amiga de labores que mi afiliación ideológica iba conexa con un sentido de rebeldía hacia la causa opresora vivida, es decir: así como ella contradice las administraciones de la derecha conservadora que gobernaron por 20 años durante su crecimiento humano, del mismo modo yo escupo sobre el régimen sempiterno de izquierda populista que gobierna mi bienamada patria desde los últimos lustros del siglo XX hasta la actualidad.
¡Suena lógico! La juventud es reaccionaría contra lo que conoce, se opone a lo que vive y declara idealista lo contrario a ese sistema, asi hasta la oposición nazi consideraba a los regímenes comunistas como una salida política deseada, hasta que les llego el turno; fue el caso de la Polonia hija del pacto de Varsovia durante la salida del comunismo post-nazi.
Pero no, es quizá menos romántico que eso, hasta quisiera que así fuese, total que las explicaciones simplistas son las mas queridas por la audiencia.
Cuando me vi sujeto de cambio,es decir un adolescente que crecía mas como ser social pensante que como hombre natural al que se le desarrollaban sus órganos vitales al paso de los años posteriores a la niñez. Asistía impávido y curioso a la eterna rivalidad de facciones y vivía también con asombro y no poca envidia el fervor de la juventud hacia dichas causas, me preguntaba ¿Qué es capaz de levantar tales pasiones? ¿Desde que razonamiento lógico están ellos enmarcados y que a mi me es ajeno aún? Cierto es que mi entorno familiar era mas a la derecha y el social a la izquierda, del escolar ni hablo.
Entonces ame a mi país con locura cuerda, me atreví a soñar más que mis coetáneos con una nación diferente, despegando y en pleno pujilismo con las grandes emergentes de sudámerica. Vaya que si soñé, porque el indicador implacable situaba a mi tierra en la esquina opuesta al deber-ser centroamericano, estábamos a la cola del desarrollo, de la inversión educativa y del crecimiento en general. ¿Por qué no creíamos? -me cuestionaba- ¿Qué estamos haciendo mal? ¿Será que es algo mas que malas decisiones del azar y que el fallo puede estar en la filosofía que las adopta mas que en su propia ejecución? Conste que viví 3 administraciones de la derecha liberal. Mi repuesta no estaba en las notas (malas) de la nación sino en el entendimiento de qué es ser liberal, conservador y sandinistas. Y -en materias opinables- porqué apoyaro boicotear otras.
Entendí -asistido por los libros que dieron origen a cada forma de gobierno social- donde estaba el problema, que las decisiones no eran improvisadas sino una honesta ejecución de la solución que la forma de pensamiento daba; era cosa de unir puntos y trazar la raya. Con naturalidad se muestra la izquierda utópica hija del soñador de Marx y del ejecutador Lenin con su materialismo dialéctico que no es amiga de lo privado, en cuanto quelo ve como enemigo y que el hombre es un ser objeto que produce, bañado de una larga retórica anti rico y pro pobres, para sujetar a ambos por igual, en la justificación de pocas libertades civiles para instaurar el soñado papá estado, proveedor y ateo de todo lo que el ciudadano necesita; luego los liberales, aquellos que se oponían a los absolutismos en la europa de mas monarquías que se transformaban para dejar atrás el medioevo, amantes del libre mercado, y orgullosos dueños del término "neo-liberales" después del crack de NYSE en la depresión 1929, son humanistas de origen y celosos del poder eclesial dado que su sangre es oxigenada por la masonería -tan popular entre los cultos del siglo XVIII y de la América española fundadora de las repúblicas modernas latinas, quizá es la corriente que gobierna económicamente el mundo,aunque poco lo reconozcan; y los conservadores, los que se sentaban a la derecha en el consejo municipal francés posterior a la revolución francesa y que se oponían al cambio que los liberales (a la izquierda sentados) esperaban, son confesiones católicos y creen que Dios da la forma básica del orden social que vive con la justicia, de una economía menos agresiva que la liberal también apoyan el libre mercado regulado -eso si- con inversión social que no se basa en un estado proveedor sino en un individuo sin tanta carga fiscal para invertir, consumir y crear riquezas, socialmente son mas "no" a los cambios que "si" al modernismo, algunos los tildan de cuadrados y otros de centristas, yo los tildo de necesarios y en mi reflexión personal ahi me sitúe yo, justo me senté a la derecha de la derecha para creer que no hay mas desarrollo que el dado en una sociedad creyente, hija de sus libertades y comprometida con la transformación social auspiciada por el cristianismo. Ser de derecha conservadora porque no se improvisa nada cuando el resultado puede ser mas pobreza asesina de los humildes, serlo para que la sociedad no crea que la actividad económica la deshumaniza porque el pensamiento conservador cree que la economía esta al servicio de la persona, y no al revés (como la izquierda y los liberales), e hijos de un mismo Dios, para restaurar el.reino social de Cristo en la ley positiva humana dictada por los hombres para engrandecer a los hombres en el gobierno de lo sobrenatural, sin ser hijos de la cultura de la muerte y menos del materialismo anticlerical de la izquierda mundial, es que enemigos son el hambre y la pobreza, no los hombres libres que tienen credo porque en su corazón esta una ley dictada por Dios antes de todo tiempo, soy conservador porque no creo en los estados benefactores, que dan subsidios para un malentendido desarrollo que no enseña a pescar sino que da el pescado cocido, eso si, el ciudadano cargado de impuestos para sostener tal admirable aparataje estatal. Mesura y no despilfarro, gente trascendente con alma inmortal y no fuerza de trabajo sujeta al estado, eso es, por eso soy, por tal motivo lucharé y con la cara al sol trabajaré por Dios, el orden y la justicia.
